jueves, 24 de diciembre de 2009

ANIVERSARIO DE LA MASACRE INFANTIL EN GAZA, ¡FELIZ NAVIDAD!


Estamos en plenas fiestas navideñas, muchos de nosotros vamos a pasar una agradable noche con nuestras familias, como debe ser. Pero no todos celebraremos la Navidad con sonrisas. Por ejemplo, estarán afligidos y lejos de sus seres amados aquellos que emigraron para trabajar, los presos, los hospitalizados, los policías, hasta los músicos como mi hermano. Es más, yo mismo no estaré contento del todo: un tío mío cumplirá un año de fallecido la misma Nochebuena. Es decir, daré abrazos de felicitaciones y pésames a la vez. Así es la vida.
Sin embargo, no hay nada más doloroso que ver morir niños, sea por enfermedad, pobreza, descuido, fatalidad, etc., y más cruel e indignante aún cuando mueren por decisión humana, o mejor dicho inferencia criminal.
El año pasado por estos días se inició, prácticamente ante nuestros ojos, una diabólica matanza. Mientras aún no salíamos de nuestra modorra por las fiestas de fin de año, unos asesinos con uniforme mataban sin misericordia niños inocentes. Era la masacre de Gaza. Guerra, le dicen los cobardes que avalaron a Israel y su invasión abusiva. Tanques y aviones F-16 israelíes contra piedras y botellas palestinas. Misiles y helicópteros “Apache”, contra coches halados por burros. A veces algún palestino se atrevía a lanzar viejos misiles desechados por otros países y que apenas alcanzaban alguna deshabitada granja israelí; los judíos respondían con efectivos proyectiles de última generación atacando ciudades hacinadas de civiles desarmados, entre los cuales había miles de niños inocentes.
Lo indignante es que veíamos cómo día a día morían estos pequeños de Gaza, sin que nadie frenara el infanticidio atroz. Fueron momentos terribles, los blogueros denunciábamos el hecho a cada momento pero al día siguiente aparecían más cuerpecitos destrozados o abaleados sin misericordia. Los israelíes haciendo honor a su padre, Herodes. De las 1,400 personas que mataron, más de tres centenares eran niños.
Nadie podrá resucitar a estos niños sangrientamente sacrificados, pero nuestro deber es no olvidar quiénes fueron los asesinos, menos aún sus cómplices, y el blog "Adopta a un niño muerto" es el museo de la memoria que nunca vamos a borrar.
Por otro lado, este 29 de diciembre, miles de personas de diferentes países tratarán de entrar en la Franja de Gaza a través del paso fronterizo de Rafá, en Egipto, recordando este infausto aniversario. Se trata de la Marcha por la Libertad de Gaza, una iniciativa convocada por la Coalición Internacional para el Fin del Asedio Ilegal a Gaza.
Aquí en nuestro país, también tenemos muchísimos casos de niños desamparados que se pasarán la Nochebuena tan infelices como esos niños a miles de kilómetros de distancia, en Africa o Medio Oriente. Aunque, para ser sinceros, basta con ir a los cerros de Villa María o los arenales de Ventanilla para conocer de cerca cómo se muere de a pocos, sin necesidad de recibir un misil o un balazo desgraciado. ¡Feliz Navidad!

sábado, 5 de diciembre de 2009

POR LOS PASADIZOS PRESTADOS DE LA EDUCACIÓN EN EL PERÚ


Era la primera vez que acudía al Ministerio de Educación desde que me enteré que se había quedado sin local. Un amigo me había invitado a cierto despacho para hacer unas gestiones relacionadas a un evento escolar importante.
Ingresamos al sótano del Museo de la Nación ("lugar prestadito nomás" según comentario de un empleado); es un ambiente único y caótico. Viejos escritorios arrumados a la pared fungían de oficinas o privados. Lo que parecía un pasadizo estaba invadido por decenas de cajas de cartón, con documentos y otros papeles, amontonadas cual bultos dejados en un basurero. Los visitantes teníamos que esperar de pie, frente a los hacinados despachos, viendo cómo los funcionarios se apilaban sobre reducidos espacios de trabajo que estaban divididos por láminas de madera a medio terminar.
-La única oficina que tiene puerta y está separada de los demás es la del viceministro -comentó el funcionario que nos atendía-, está allí al frente. Y nos señaló una pared lisa y sin ventanas, con una lacónica puerta que parecía más bien la entrada a un depósito de bazofias.
Terminamos nuestra entrevista abrumados por los viadantes que pasaban por nuestro lado; a veces empujando nuestras sillas para darse espacio y otras haciendo una hilera para darle holgura al pasillo. En realidad, salí desencajado de allí. Recordé que otro amigo personal, interesado en hacerle llegar una carta notarial al Ministerio de Educación, se quedó mudo cuando la notaría le preguntó cuál era el domicilio fiscal de dicha entidad.
Simplemente, el ministerio más importante de cualquier nación, en nuestro país es considerado prescindible, una institución paria; por eso que lo han dejado felonamente sin feudo.
El Ministerio de Educación tenía una propiedad con más de 25 mil metros cuadrados de extensión; pero manos negras -pueden ser las mismas que vendieron el aeropuerto de Collique y el puerto de Paita-, se aprovecharon del terremoto del 2007 para afirmar que tenía una infraestructura peligrosa y resolvieron venderla como terreno. En menos de lo que canta un gallo hicieron el negociado y la desocuparon a las pocas semanas, pues su nuevo propietario inició de inmediato la remodelación. Entonces el ministerio, para seguir funcionando, tuvo que tomar "prestadito nomás" tres áreas en diferentes lugares: Biblioteca Nacional, Museo de la Nación y Ex Centromin. De esto ya casi un año.
El ministro de educación, José Antonio Chang, justificó el hecho diciendo que con la plata conseguida por la venta, construirían un nuevo local en un espacio de 7 mil metros cuadrados, -o sea apenas un tercio del terreno que tenían antes-, en el mismo distrito de San Borja, a espaldas del Museo de la Nación. Dijo, además, que se decidió vender ese lugar porque también recibía constantemente quejas de los vecinos por la bulla de los trabajadores y maestros visitantes. Suponemos que esos vecinos, ahora estarán sufriendo aún más porque cambiaron mocos por babas, allí se construirá un enorme y bullicioso complejo habitacional privado.
Es un verdadero crimen que un gobierno maneje tan informalmente sus entidades públicas, especialmente aquellas que trabajan con los niños y jóvenes, el futuro real de una nación que se respete. ¿Qué podemos pedirle a los sufridos profesores, cuando el mismo ministerio hace barrabasadas como ésta?
Y después nos quejamos de que nuestros jóvenes terminen como pandilleros, o, en su defecto, acusamos la escasa instrucción que ostentamos los adultos. La enfermedad del desinterés total que ataca al ministerio de educación peruano empieza en la cabeza. Este caso es la muestra más penosa.
Como cambian los tiempos. Antaño, los maestros del Sutep salían a marchar por quítame estas pajas, hoy, que son mucho más maltratados y que su ministerio no tiene local, ni se inmutan.
NOTA: La foto no es de ninguna actual sede, es la que vendieron como inservible.