sábado, 24 de abril de 2010

HILDEBRANDT EN SUS TRECE


Desde este sencillo blog saludamos la aparición de "Hildebrandt en sus trece", semanario que -según el mismo César-, intentará subsistir sin los avisos de los poderosos, sin padrinos ni mecenas que después piden su vuelto.
Ojalá este semanario sobreviva a los bolsillos de Hildebrandt, pues él mismo declara que la edición, preprensa e impresión, las está pagando con su propio peculio. Depende, entonces, de sus lectores, que lo apoyen comprando con gusto este semanario que dificilmente podrá ser financiado por avisaje.
Es sabido que muchas empresas publicitan en periódicos mediocres, por el sólo hecho que sus directores o dueños apoyan una "gobernalidad" que les favorece en sus intereses personales. Ejemplos podemos enumerar por decenas; pero no es menester hacer hígado.
¿Cuántas veces hemos sabido de casos como el que ahora le toca vivir a Hildebrandt?: crear medios independientes a costa de la penuria de sus familias, sobrevivir con créditos, sin paga, haciendo colectas y encima recibir los golpes de la prensa formal y mentirosa, arriesgándonos a una lucha desigual pero valiente. Todo por el resguardo de la verdad y la información veraz. Conocemos muchos e, incluso, alguna vez fuimos parte una de estas historias.

Pero la verdad es a veces ingrata y no sabe recompensar a quienes la aman. Por eso, es comprensible y a la vez reconfortante que César se haya integrado a nuestro gremio, la de los periodistas desempleados que para seguir con su apostolado, no dudan en destapar sus ahorros hasta quedar en la miseria. Conocemos muchos de estos héroes, viejos periodistas que hoy andan trabajando eventualmente de "lo que sea", pero sin arriar la bandera de la honestidad. Y, encima, la gente no les reconoce su sacrificio porque sus nombres nunca aparecieron o fueron borrados, cual apestados, de los medios formales. Aparentemente los han condenado al olvido y la miseria, pero la historia cobra revanchas, eso esperamos.