sábado, 7 de febrero de 2009

DROGAS: ALCALDE SIERRA QUIERE LLEVAR A FARMACIAS A MADRE DEL CORDERO.

Ante la propuesta "descabellada" del burgomaestre de Surquillo, Gustavo Sierra, de vender drogas en las farmacias, muchos personajes, sean políticos o periodistas, han lanzado una serie de opiniones que dicen mucho de su total desconocimiento sobre el tema.
A ellos les recomendaría leer la Ley 28002 dada por Fujimori sobre el tema de las drogas y en especial el art. 299 que permite la posesión lícita de drogas. Este artículo del Código Penal peruano es una incoherencia total frente a todos los esfuerzos por erradicar el narcotráfico en nuestro país. El mismo alcalde de Surquillo apunta: “Lo que estoy proponiendo es que el Estado asuma un rol protagónico. Se dice de qué manera usarla, pero no cómo obtenerla. Esto es contradictorio porque ignora el problema de la comercialización, el cual debería estar regulado”.
Tiene mucha razón, este controvertido artículo dice que la tenencia de estupefacientes para consumo personal no es un ilícito; pero venderlas sí es un delito. Una incoherencia total, pues el hecho de tener drogas para consumo propio implica que hubo una previa acción de adquirirlas de alguien que está delinquiendo por vender mercancía prohibida, lo cual convierte al consumidor en cómplice de un delito.
Pero el vicioso sale libre porque la ley lo exime, como si la tenencia -por mínima que sea- fuera resultado de un acto de magia o cayera del cielo. Y vuelve a las calles a seguir comprando. Es éste la madre del cordero, el motor que mueve toda la máquina tenebrosa.
El narcotráfico existe porque hay demanda, porque hay consumidores que hasta hoy se la llevan fácil, sobre todo en nuestro país donde para reducir una sanción penal se argüye que "cometió el delito cuando estaba drogado". Esto es espantoso, mientras que la embriaguez es un agravante para muchos delitos, la drogadicción es un atenuante. Así, la demanda está asegurada y las pingües ganancias para los narcotraficantes más aún.
Ya es momento de tomar el toro por las astas, tenemos que ser realistas, la única manera de acabar con las mafias es aplastando la demanda y no como hasta ahora se cree: eliminando la producción.
No están mal las campañas de las instituciones públicas y privadas contra el consumo; pero no es suficiente, es necesario legislar el consumo. Si bien el Estado no puede inmiscuirse en decisiones personales, sí puede proteger a la sociedad restringiendo las áreas de consumo y convirtiendo en agravantes cualquier delito cometido mientras la persona está bajo efecto de drogas. Si alguien quiere consumir, que lo haga en su casa, bajo llave, supervisado por un responsable y no en las calles donde puede convertirse en peligro para sí mismo y principalmente para otros.

1 comentario:

  1. lo mismo sucede con el contrabando, la pirateria, etc.
    todo es chicha.

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