jueves, 16 de abril de 2009

Según Gonzalo Zegarra: "SE CONDENA A FUJIMORI POR ACTO DE FE, NO POR PRUEBAS DIRECTAS"

Después de la sentencia del tribunal que juzgó a Fujimori, han aparecido diversos analistas que la están intentando desmerecer o quitarle piso con fines poco claros.

Por ejemplo, el prestigioso editor de Semana Económica, Gonzalo Zegarra, ha publicado un sesudo artículo titulado "Fujimori y la prueba insuficiente" en donde, en resumen, afirma que no se probó que Fujimori haya mandado matar a las víctimas de Barrios Altos y los estudiantes de La Cantuta, hecho que el mismo director del diario Correo, Aldo Mariátegui, celebra y transcribe gustosamente en su editorial del 15 de este mes para sacarle ronchas -según él- a los "rojos y caviares".

Gonzalo Zegarra objeta que: "Las cuestiones de hecho Nº 115, 136 y 158 se preguntan si está probado que Vladimiro Montesinos y el general Hermoza Ríos dirigieron dichas operaciones; a lo que se responde afirmativamente. Es flagrante la omisión de sendas preguntas subsecuentes que indaguen si está probado que Fujimori dio esas órdenes. Tal vez porque la respuesta sería negativa."

Se olvida el señor Zegarra que precisamente porque es difícil comprobar la autoría directa mediante documentos firmados o por confesión de la boca del reo -o de sus cómplices-, es que se acude a la figura de autoría mediata por dominio de la organización, que otorga responsabilidad penal a las autoridades o jefes que se aprovechan de la relación jerárquica que tienen con los individuos que integran ese aparato de poder organizado para inducirlos a ser ejecutantes de crímenes.
Existen tres presupuestos que dan indicio de la existencia de una autoría mediata por dominio de organización:
1) Existencia de una organización integrada por un mínimo de sujetos sustituibles antes o durante el evento criminal las cuales mantienen una relación jerárquica con sus superiores.
2) Control de la organización y a través de ella de sus integrantes sustituibles. Este control se manifiesta a través de la creación de la organización, y si no la controla directamente, puede hacerlo -dada su posición de poder- a través de medidas indirectas dirigidas a autorizar las actuaciones ilícitas del grupo.
3) Conocimiento de la existencia de la organización y decisión de que sus miembros ejecuten o continúen ejecutando hechos ilícitos penales.
El punto uno es claro, está comprobada la existencia del Grupo Colina conformada por militares de nuestro ejército en actividad en ese entonces.
En el punto dos vemos que quien regentaba directamente al Grupo Colina era Santiago Martín Rivas que estaba bajo el dominio de Montesinos -principal asesor de Fujimori y a quien gratificó con 15 millones de dólares por sus "servicios a la patria"-. Ello explica las diversas medidas que el ex presidente tomó protegiéndo a este grupo criminal. Mejor ejemplo es la ley de amnistía que liberó a los asesinos de La Cantuta y Barrios Altos.
Y, finalmente, el punto tres se comprueba cuando, a pesar de las denuncias periodísticas de la existencia del Grupo Colina, éste prosiguió en actividad hasta el descubrimiento de los cadáveres en la carretera Ramiro Prialé. El asesinato y descuartizamiento de la ex colina Barreto demuestra que este grupo siguió trabajando aún después de las matanzas de Barrios Altos y La Cantuta. Todo ello, induce indefectiblemente a que Fujimori sí sabía todo lo que pasaba y, sin necesidad de firmar u ordenar directamente los crímenes, el permitirle existir, el protegerlo y dotarle de logística al Grupo Colina, decía de su aprobación implícita de esas actividades criminales.
Por eso se le condena a Fujimori, y no como dice el señor Gonzalo Zegarra que se le condena por un acto de fe, no por una constatación fehaciente, pues no existen pruebas directas.

martes, 7 de abril de 2009

FUJIMORI: CONDENADO A 25 AÑOS, CONDENADO AL OLVIDO

En acto público, por primera vez en la historia de nuestra patria, se ha condenado a un expresidente por delitos contra los derechos humanos. El triste protagonista de este juicio histórico ha sido Alberto Fujimori; un juicio que debe sentar precedente para que todo aquel que quiera gobernar el Perú sepa que no sólo es cosa de ganar las elecciones, juramentar, tomar el poder y terminar su mandato bien forrado tanto económica como políticamente; sino que debe hacerse responsable política y penalmente de todos los errores, de los incumplimientos de promesas y de las corruptelas que cometan él mismo y sus correligionarios en el ejercicio de sus cargos de confianza.
Basta ya de la inmunidad presidencial. Así como un candidato ansía gobernarnos para gozar de los beneficios que ofrece el poder, así también debe aceptar al iniciar su mandato hacerse responsable de todo lo malo que haga el ejecutivo. No puede ser que, como hasta hoy, sólo se haga responsable de las obras y los aplausos; pero no de las malas decisiones y crímenes.
En referencia a las marchas fujimoristas, todos hablaban que iban a invadir Lima protestando por su chino; pero las calles han estado tranquilas, el famoso "mar humano" de fujimoristas fue sólo unos cientos conformados por las portátiles de siempre gritan a viva voz alrededor del tribunal en Ate. Mientras, el verdadero mar humano de gente trabajadora caminaba por las principales avenidas de todo Lima y las que he recorrido inmediatamente después de terminado el juicio: La Av. Túpac Amaru, la Panamericana Norte, Av. Francisco Pizarro, Av. Abancay, Jr. de la Unión, Av. Tacna, Plaza 2 de Mayo, Carretera Central, Circunvalación; mar humano cotidiano e indiferente a la "crucifixión" de Fujimori.
Tal pareciera que la decisión del tribunal ha condenado doblemente a Fujimori: por un lado a prisión por el resto de su vida y por el otro al olvido indefectible de la historia. Irónicamente este recluso pretendió gobernarnos durante 25 años, el mismo tiempo que durará su condena.

viernes, 3 de abril de 2009

EL ÚLTIMO ACTO DE LA TELENOVELA FUJIMORI

Fujimori acaba de terminar su alegato sin pena ni gloria. La supuesta defensa puramente judicial que dijo iba a destruir las acusaciones del fiscal Guillén terminó convirtiéndose en un discurso totalmente político. Discurso en donde, adelántandose a las elecciones del 2011, impulsó a su hija Keiko como la única candidata capaz de "seguir su legado".
No sabemos a qué legado se referirá, ¿será tal vez al de los diarios "chichas" comprados? ¿al de los cerros de dinero pagados a los dueños de los canales de televisión? ¿legado que implicará, tal vez, contruirse una nueva Constitución a su medida? ¿Reelegirse con "interpretaciones auténticas"?
Fujimori, el fallido "senador japonés" que intentó convencer a sus compatriotas nipones que daría la vida por su país (Japón) si lo elegían, aquél que abandonó el país en su momento más álguido renunciando vía fax (después de alojarse cómodamente en un lujoso hotel), ese hombre que decía "no ser un caído del palto" y que después "descubrió" que su más cercano asesor (con quien se tomaba fotos cual siameses con la misma ropa) Vladimiro Montesinos, lo engañó como bebé de teta durante diez largos años, hoy dice que los actos de lesa humanidad por los cual se le acusa "son hechos aislados".
No existen pruebas palpables, dice, todo son sólo conjeturas; pero la mayor prueba es justamente la existencia del grupo Colina, al cual Fujimori no sólo premió como una seña de aprobación de sus actuaciones; sino amnistió -confirmando la protección que les daba- cuando ya todos sabíamos que eran unos asesinos juzgados y condenados por haber cometido el "hecho aislado de la matanza de barrios Altos".
Pero no olvidemos también que este señor Fujimori ya es un reo cumpliendo condena por el delito de utilizar un falso fiscal para allanar una de las casas de Montesinos y llevarse lejos de ojos curiosos las maletas de los videos. Por eso, su foja judicial ya no está limpia, ya tiene un juicio perdido; veamos si por éste también lo condenan.