viernes, 26 de junio de 2009

LOS MUERTITOS Y EL RACISMO

Estos últimos días han sido muy aciagos en nuestro país y en el mundo. Primero la muerte de los policías y nativos en Bagua -hasta hoy ningún responsable político hace mea culpa y/o renuncia siquiera por vergüenza-; después la muerte de Alberto Andrade, el ex alcalde de Lima. Ayer nomás el extraño asesinato de la cantante vernacular Alicia Delgado y en comparsa se han sumando la desaparición de los artistas norteamericanos Michael Jackson y Farrah Fawcett.
El duelo por la muerte de Alberto Andrade ha sido espectacular y asistido por numerosas personalidades de la política peruana, a la cabeza el presidente García. Pero lo que llamó la atención de todos fue la vieja costumbre muy limeña de llevar el ataúd en una carroza halada por caballo y conducida por un cochero negro.
Me lo advirtió un amigo de color, quien muy indignado comentó: "para eso nomás nos buscan, para ser porteros de hoteles de lujo o para ser cocheros de carruajes fúnebres, mi pobre compañero parece un payaso al que todos miran o toman fotos".
Efectivamente, tal parece que hasta en la muerte, siempre existen deshubicados que creen que contratando negros para los funerales, el muertito se verá más "fashion".
Todos sabemos que el "gordo" Andrade era un amante de la música criolla y negra, jamás hubiera permitido que traten así a un negro. Y luego dicen que no hay racismo.
A ver, una idea macabra. ¿Se le podría ocurrir a algún ingenioso trasladar el ataúd de Michael Jackson sobre los hombros de cuatro rubios vestidos totalmente de blanco? ¿no creen que se vería "fashion" también?

viernes, 12 de junio de 2009

BAGUA, LA VERDAD ES SIMPLE PERO DESVASTADORA


Pasados los días de caos mediático, desinformación gubernamental y opiniones dascabelladas, la verdad se abre paso en la Amazonía.
La muerte de los policías y nativos fue producto de la torpeza del gobierno originada por su incapacidad o por su ambición.
Los nativos de Bagua reaccionaron ante el ataque de la policía conforme a sus costumbres, así de simple. Aquí no hubo premeditación comunista o injerencia extranjera, lo que hubo es provocación de parte del Estado e ignorancia de los comandos policiales.
Durante más de cincuenta días, policías y nativos convivieron tranquilamente -como lo hacían desde mucho tiempo atrás-, esto lo confirman los hechos y declaraciones de los mismos policías sobrevivientes. Y de ello estaba enterado todo el linaje político de la zona.
A pesar de las tomas de carreteras y amagos de enfrentamientos entre policiás y nativos, nunca se registró, hasta el aciago día de la matanza, hechos que avisoraran tan salvaje reacción. Esto nos da una clara idea de por donde empezó el error.
El fatal día viernes se da la orden de despejar la carretera Fernando Belaúnde Terry, en el sector Curva del diablo, bloqueada durante varios días. La policía empezó el ataque, lo cual empujó a la masa indígena hacia el estado de guerra porque consideraban que el acuerdo entre sus apus y la comandancia policial era un trato del más alto nivel y que debía respetarse conforme a sus costumbres. En los enfrentamientos a campo abierto mueren o son heridos muchos nativos (balas contra flechas); pero la policía, intentando apoderarse de una pequeña colina comete el error de entrar en terrenos desconocidos, es emboscada y son eliminados 12 agentes.
La noticia del rompimiento del acuerdo de paz llega por radio a los nativos que convivían al lado de los policías que resguardaban la Estación Nº 6 del oleoducto de PetroPerú. Pero por desconocidos motivos -dicen que no tenían radio- los policías no se enteran del asunto. El destacamento al mando del comandante Montenegro es sorprendido y apresado, quizás consideraba que era un asunto momentáneo o un mal entendido pues no había recibido ninguna orden para accionar huyendo o enfrentándose.
Poco después, estos indígenas se enteran que están siendo asesinados muchos hermanos de sus tribus y, conforme a sus costumbres, deciden hacer justicia por sus manos eliminando al "enemigo" capturado; allí fallecen cruelmente a machete y lanzas 12 policías más, incluido su comandante.
Eso pasó, simplemente y dolorosamente eso. ¿Culpables? ¿los nativos? ¿los policías muertos y heridos? No, está claro: hubo neglicencia, ignorancia de parte del gobierno de García que no supo manejar las circunstancias, un asesinato cantado a voces desde hace muchos días antes. Todos sabíamos que si el gobierno entraba usando la violencia, violencia y muertos iba a tener. Tal como pasó.
Ahora bien, cabe preguntarnos ¿Y si, en realidad no ha habido neglicencia, qué entonces? Pasamos a la segunda hipótesis: alevosía. Y en este terreno caben las especulaciones más espeluznantes, desde una posible intención del gobierno de provocar la matanza para hacer una cacería de brujas y descabezar a los nativos para que ya nadie se oponga a su ensangrentada ley amazónica; hasta desestabilizar a Meche Cabanillas dentro del partido aprista con oscuros intereses personales hacia el 2011.
Todo lo que ha venido después es pura palabrería gubernamental o de sus esbirros para disimular la bestialidad de las decisiones de Palacio.
Acerca de los cadáveres o los nativos desaparecidos, como siempre tendremos que esperar que con el tiempo se descubran los restos, como el caso de Putis o el cuartel Los cabitos. Allí también el gobierno de turno dijo que no había muerto nadie, pero hoy sabemos la verdad.

viernes, 5 de junio de 2009

PREPARANDO LA MORDAZA A LOS BLOGUEROS


En el diario La Primera acaba de publicarse una nota escalofriante para todos los blogueros. Es una iniciativa dirigida a nosotros, con nombre propio, porque la prensa formal ya tiene una legislación vigente.
El proyecto de ley Nº 2971-2008, presentado por el legislador aprista José Vargas exige, entre otras cosas, la “rectificación que le asiste a quien haya sido afectado por afirmaciones inexactas o injuriosas en medios de comunicación escrita, audiovisual y electrónica (…) De tratarse de periodismo o prensa digital, la rectificación se efectuará según lo establecido en la misma proporción en la página web o blog respectivo”. O sea que si el afectado considera que no ha sido rectificado en la misma proporción -cosa que muchas veces es subjetiva- podrá denunciar al periodista para aplicarle una pena que por esta ley aumentará de seis meses, que funciona hoy, a un año de prisión.
No cabe duda que el Apra está preparando el terreno para las elecciones del 2011. Quiere callar a los más recalcitrantes opositores de su gobierno, a quienes no son asalariados y por lo tanto son menos proclives a la necesidad de respetar las normas parametradas de cualquier empresa periodística "vigilada" por la Sunat.
Alan García nos quiere convertir en una especie de Yoani Sánchez, la cubana bloguera disidente, pero en una versión más a la "democrática" y por ello mismo más cínica.
Quizás algunas opiniones sean a favor de legislar los abusos de los blógueres cuando de la crítica pasan a la difamación o injuria, pero el derecho peruano ya proteje esos excesos. Resulta extraño recalcar y aumentar las penas justo a ad portas del inicio de las campañas electorales.
Para legislar sobre este tema antes hay que definir bien dos cosas: la responsabilidad que existe en el dueño de la página web, el titular del blog, los comentaristas y la gente común que escribe, amén de los "rebotes" que cual bolas de la calle, a veces no tienen un autor conocido. La segunda es aclarar la proporción del daño en la difamación. Los blogs son vistos por un reducido número de personas, es casi privado. El supuesto daño empieza realmente cuando el mensaje pasa a manos de la prensa formal, cuando ésta toma como fuente a un blog, cuando confía en su credibilidad sin hacer la debida comprobación.

miércoles, 3 de junio de 2009

TOMA DE CANAL 5: LAS BIZANTINAS OPINIONES DE UN COLUMNISTA DE CORREO


Todos sabemos que cuando hablamos de "discusión bizantina" nos referimos a esas conversaciones en la cual damos más importancia a la forma, dejando de lado el fondo del asunto. No es afán nuestro iniciar una de esas discusiones, pero nos vemos obligados a refutar al señor Juan Carlos Valdivia por algunas afirmaciones que hace en su Columna bizantina del diario Correo donde con el título de ¿También es de izquierda? intenta convencernos que la toma de Panamericana Televisión es producto de una trasnochada izquierdista de Alan García.
Cualquiera que tenga dos dedos de frente sabe que en el escándalo de la intervención de la Sunat a canal 5, existen otros motivos subalternos. Pero el señor Valdivia, con clara intención de llevar agua para sus molinos intenta confundir y se confunde él mismo cuando como preámbulo dice: "...Ser de izquierda es poner un supuesto interés social por encima de las leyes."
Valdivia no entiende que no se puede pasar por encima de las leyes en nombre del interés social, porque las leyes mismas son creadas invocando el interés social. Si se trangrede una ley en beneficio del interés social es porque la misma no cumple con ese requisito y es inconstitucional. Lo que quiere, en realidad, es asociar contranatura izquierda = trangresores de la ley.
Si el presidente García es supuestamente transgresor de leyes no es porque se convirtió a la izquierda sino por otros problemas menos ideológicos y más acordes con ciertos interesados que quieren adueñarse de esa televisora o, si no es posible comprarlo, llegar a un acuerdo con Genaro antes que con Schutz.
La categórica afirmación de Carlos Valdivia que "sólo un desvarío ideológico puede explicar lo que ha sucedido", es ya el colmo de la desinformación. ¿Alguien puede creer que la intervención de Panamericana es porque Alan García se ha convertido en émulo del presidente venezolano Chávez? Claro que no. Los acontecimientos sucedidos desde antes de la toma indican que se han movido intereses particulares, proyectos electorales a futuro y mucho dinero. Ni siquiera se ha respetado el derecho de los trabajadores, por lo tanto no existe ninguna invocación de interés social que insinúe siquiera el "giro" de Alan García hacia la izquierda, más bien -siguiendo una malsana lógica- se ha derechizado aún más.

lunes, 1 de junio de 2009

LAS BUENAS INTENCIONES DE LA PRIMERA



El diario La Primera, que dirige el maestro César Lévano, es un medio que se ha convertido -afortunadamente- en la tribuna de muchos periodistas que han sido excluidos de la prensa "democrática" por sus posiciones políticas e ideológicas. Por ésto es un puntal que está salvando el honor de la verdadera libertad de prensa peruana.
Por si fuera poco, La Primera también está dando oportunidad a muchos jóvenes periodistas. Dentro de este marco, ingresó Luis Torres Montero, un muchacho que firma su columna: Malas palabras. Interesante pero también polémico; no por el contenido de sus comentarios sino por su estilo de escribir. Muchos lectores critican que no entienden nada o que si lo entienden -después de un gran esfuerzo-, notan que no hay sustancia.
No sé por qué los jóvenes periodistas creen que maltratando el lenguaje van a lograr mejores resultados. Está bien, es un estilo fresco, pero incomprensible. Me recuerda a esas columnas de los años 80 en donde jóvenes de ese entonces creían que escribir algunas lisuras como "Lima, ciudad puta de mier..." los convertía automáticamente en críticos del sistema e intelectuales de moda.
Este muchacho malapalabrero no trae nada nuevo. Debe limpiar su estilo, debe tener tino, no abusar de los seudomodismos -que tarde o temprano desaparecerán y convertirán sus comentarios en intrascendentes-.
Otra cosa, si es que ha estudiado periodismo, debe saber que el objetivo primordial de un comunicador es que el público lo entienda, cuando más amplio, mejor (el mass media). En su caso es al contrario, reduce su público objetivo a un pequeño grupo (al estilo bloguero, por ejemplo) cosa que va en contra de un medio de comunicación masivo como es La Primera.
Un consejo para Torres: recuerda... los verdaderos periodistas tienen por costumbre utilizar esos espacios que da la prensa -al cual acceden muy pocos- para escribir comentarios y artículos que trasciendan y más tarde puedan ser recopilados en un interesante libro. Recapacita, limpia y define tu estilo, aprovecha la oportunidad que tienes. Desecha de tu léxico palabrejas que dentro de un par de años no se entenderán, porque son un lastre en tus exposiciones.