lunes, 31 de agosto de 2009

APOLOGÍA A LA VIOLENCIA DELINCUENCIAL

Esto hay que detenerlo. No debemos permitir que seudo periodistas sigan haciendo apología a la delincuencia bajo el pretexto del "periodismo policial".
Hoy presentamos el caso de el diario El Trome, donde el señor Carlos Espinoza, su director, permite que se publiquen portadas como la que mostramos. Es una verdadera porquería.
Una vez más, El Trome -engrendo de El Comercio-, atenta contra los niños y adolescentes peruanos inculcándoles que ser delincuente rinde buenos dividendos mediáticos. Porque gracias a las fotos y "aventuras" de estos criminales publicadas a páginas enteras, terminan convertidos en ídolos de la patota u hombres deseados por las chicas del barrio.
Quien conoce de periodismo y sobre todo de técnicas de persuación, sabe que detrás de cualquier foto expuesta en una portada periodística existe siempre un mensaje oculto. ¿Y cuál es el de esta carátula de El Trome? pues que estos asesinos son unos simpáticos jóvenes, sonrientes, vestidos al estilo raperos caribeños, haciendo señas de tener pistolas en la mano -como diciendo que matar es un juego-; la impresión que dan es que no son sujetos de baja calaña, sino unos caballeritos merecedores de una foto en primera plana.
Esta imagen es una clara apología a la delincuencia. Imaginen ustedes: si en un periódico se pusiera la foto de unos terroristas bien vestidos, sonriendo, haciendo señas de tener armas , mostrándose atractivos y triunfadores, ¿no creen que muchos saltarían de indignación por ponerle un rostro simpático al terrorismo? ¿Acaso no dirían que se está cometiendo el delito de apología?
En las redacciones se cuidan mucho de ésto, por eso, casi todas las fotos de los terroristas son poco evidentes, muchas veces a propósito se buscan las más feas o antipáticas para ponerlas y causar aversión al público lector, para que subliminalmente la gente aborresca a los terroristas.
En cambio, en el tratamiento a los criminales comunes, estos malos periodistas buscan la foto admirada, la que muestre al delincuente al lado de una bella mujer, de una vedette, la que tenga al criminal subido en un auto lujoso, etc. ¿son o se hacen estos pseudo periodistas? Posiblemente sean unos ignorantes, porque no creemos que sean cómplices de esos personajes inmerecidamente enaltecidos.
Estos reporteros del mal no pararán hasta convertir a Lima en una ciudad como México, donde los bandoleros son tan endiosados que hasta tienen sus propias canciones en donde exaltan sus fechorías.
Es momento de poner freno a todo ésto. Poner la misma mano dura que se puso contra los terroristas y sus apólogos; hay que frenar la delincuencia común que puede resultar peor porque no se identifica bajo ninguna bandera, sino es la del dinero mal habido o el asesinato. Mano dura a sus exaltadores que los convierten en ídolos a seguir por muchos jovencitos y jovencitas desprevenidos.
Por ahora sólo existen mafias como las secuestradoras y las extorsionadoras de la construcción; si embargo ya están creciendo otras como las que "protegen" a los comerciantes de Gamarra y las que piden cupo a los transportistas. No dejemos que los delincuentes sigan avanzando, hay que frenarlos antes que sea demasiado tarde y tengamos que pagar hasta para dormir en casa tranquilos.

No hay comentarios:

Publicar un comentario