A propósito de la reveladora campaña que está haciendo el diario La Primera sobre las barrabasadas cometidas en los libros que el Ministerio de Educación entrega a los escolares de todo el país, y que nosotros ya habíamos denunciado en este blog en agosto del año pasado, ahora vamos a colocar la cereza al pastel: PLAGIO.
Es el caso que la Dirección General de Educación Básica Regular del MINEDU publicó el año pasado el MÓDULO DE COMPRENSIÓN LECTORA 1 Texto para el estudiante, entregado a los escolares de segundo año de secundaria; y cuyo tiraje ha sido de más de un millón de ejemplares, sumadas las dos versiones del mismo texto: una a colores y otra en blanco y negro.
El hecho concreto es que en la página 74, encabezada como Lectura 18 existe una fábula titulada El cantero y los asnos, que es una adaptación a prosa de la fábula original en verso de Mariano Melgar. Dicho texto no menciona el crédito del adaptador o adaptadores, lo que nos hace pensar que tácitamente debe pertenecer al equipo de trabajo del MINEDU.
Pero, investigando en internet -que es la manera más elemental de confrontar plagios- dicha adaptación resulta una copia fiel del texto El cantero y los asnos publicado por los escritores J. y V. Ataucuri García dentro de su libro Fábulas peruanas. A dicho texto le han hecho un par de retoques groseros que, da la impresión, se hizo para disimular el plagio. Estos cambios están uno al inicio, donde el original de los hermanos Ataucuri dice: “Bajaba por un camino un cantero con tres burros…”, mientras que el publicado en el Módulo dice: “Bajaba por un camino un cantero con dos asnos…”. El otro retoque es en la moraleja: “Los tres burros airados sentenciaron: ¡Danos lo justo y trabajaremos a gusto!”, dice la adaptación de los hermanos Ataucuri García mientras que la del Ministerio de Educación termina: “Cuando el capataz da lo justo, los obreros trabajan a gusto”.
Como se sabe, este libro Fábulas peruanas de los hermanos Ataucuri García, ha sido, además, publicado en la biblioteca virtual de la Universidad de Maryland desde el 2005 junto con varios otros clásicos de la literatura infantil peruana, hecho que se divulgó en varios medios de prensa.
Revisando la fábula original de Mariano Melgar, encontramos grandes diferencias con la adaptación que han hecho los hermanos Ataucuri; ellos han modernizado el lenguaje, han recreado la historia en prosa y le han dado una moraleja, de modo tal que se nota un trabajo recreativo profuso. Mientras que el Ministerio, con total desprecio a la autoría de los escritores mencionados, han tomado la versión recreada como suya, haciendo sólo los dos retoques groseros que mencionamos líneas arriba.
Este caso ya está corriendo por diversos blogs especializados y pronto le reventará en la cara al cuestionado y últimamente desaparecido ministro Chang, porque al parecer a Idel Vexter, el viceministro, le resbala todo.
Es el caso que la Dirección General de Educación Básica Regular del MINEDU publicó el año pasado el MÓDULO DE COMPRENSIÓN LECTORA 1 Texto para el estudiante, entregado a los escolares de segundo año de secundaria; y cuyo tiraje ha sido de más de un millón de ejemplares, sumadas las dos versiones del mismo texto: una a colores y otra en blanco y negro.
El hecho concreto es que en la página 74, encabezada como Lectura 18 existe una fábula titulada El cantero y los asnos, que es una adaptación a prosa de la fábula original en verso de Mariano Melgar. Dicho texto no menciona el crédito del adaptador o adaptadores, lo que nos hace pensar que tácitamente debe pertenecer al equipo de trabajo del MINEDU.
Pero, investigando en internet -que es la manera más elemental de confrontar plagios- dicha adaptación resulta una copia fiel del texto El cantero y los asnos publicado por los escritores J. y V. Ataucuri García dentro de su libro Fábulas peruanas. A dicho texto le han hecho un par de retoques groseros que, da la impresión, se hizo para disimular el plagio. Estos cambios están uno al inicio, donde el original de los hermanos Ataucuri dice: “Bajaba por un camino un cantero con tres burros…”, mientras que el publicado en el Módulo dice: “Bajaba por un camino un cantero con dos asnos…”. El otro retoque es en la moraleja: “Los tres burros airados sentenciaron: ¡Danos lo justo y trabajaremos a gusto!”, dice la adaptación de los hermanos Ataucuri García mientras que la del Ministerio de Educación termina: “Cuando el capataz da lo justo, los obreros trabajan a gusto”.
Como se sabe, este libro Fábulas peruanas de los hermanos Ataucuri García, ha sido, además, publicado en la biblioteca virtual de la Universidad de Maryland desde el 2005 junto con varios otros clásicos de la literatura infantil peruana, hecho que se divulgó en varios medios de prensa.
Revisando la fábula original de Mariano Melgar, encontramos grandes diferencias con la adaptación que han hecho los hermanos Ataucuri; ellos han modernizado el lenguaje, han recreado la historia en prosa y le han dado una moraleja, de modo tal que se nota un trabajo recreativo profuso. Mientras que el Ministerio, con total desprecio a la autoría de los escritores mencionados, han tomado la versión recreada como suya, haciendo sólo los dos retoques groseros que mencionamos líneas arriba.
Este caso ya está corriendo por diversos blogs especializados y pronto le reventará en la cara al cuestionado y últimamente desaparecido ministro Chang, porque al parecer a Idel Vexter, el viceministro, le resbala todo.
ups, estos del ministerio ya se pasaron. Y después están que presionan a los maestros porque "son unos ingnorantes". Sarta de conchudos.
ResponderEliminarLo más indignante es la total ignorancia que tienen, estos del ministerio, sobre la obra de nuestro insigne prócer y poeta. Yo me enteré, hace poco, y gracias al trabajo del hermanos Ataucuri, sobre la interesante producción fabulística de Mariano Melgar.
ResponderEliminarArequipeño
Pero qué podemos esperar de la gente puesta por los apristas, ninguno de ellos mínimo con una maestría, salvo la que saquen de su corrupta alma mater. Es más, a mi me daría vergüenza enviar un texto a las aulas, sabiendo que presenta casi doscientos errores en apenas 32 lecturas. Si no, fíjense en su FE DE ERRATAS del 2011. Ya parece un librito adicional.
ResponderEliminarTe me caíste amiguita Vanessa Arrué.